Vivíamos como si
fuésemos a ser uno de los grandes
cuando cada vez era más
evidente nuestro fracaso.
El mundo
el techo
y los años se nos caían
encima.
El mundo
ese mundo que no
entendían ni los cabrones que lo inventaron para lucrarse
como para entenderlo
nosotros, pobres chiflados
dejándonos la vida
por una dosis de polvo
de olvido
por un gramo de luz
por un trago de muerte
o de catarsis.
Corrían tiempos
difíciles, decían los expertos
y nosotros sin saber
muy bien para dónde corría el viento
poliadictos, multidelincuentes,
artistuchos,
o simplemente
gilipollas rodeados de gilipollas
ahogándonos en un vaso
de plástico
y la isla de basura
inmensa
en mitad del pacífico
creciendo como un
monstruo hambriento
que al final nos
devoraría a todos
como para perder el
tiempo estando sobrios.
Corrían tiempos
extraños:
los tiempos de la
poshistoria y la turbotecnología,
los tiempos del
hiperrealismo y la infradecadencia,
Belén Esteban planeaba
invadir Polonia
y el futuro de la
especie dependía de que no se colgara el Tinder.
Corrían otros tiempos,
raros
el mundo se caía a
cachos
Dios hacía tiempo que
había dimitido
y yo me dedicaba a
hablar del presente en pasado.
Vivíamos en el tiempo
del cáncer y la comida precocinada,
en el mundo de los
aerosoles y la energía nuclear,
de la Viagra, la
electrocumbia y la fotodepilación láser.
Y las selvas amazónicas
menguando, como una calva precoz,
como mi calva
y los países
subdesarrollados,
esos parques temáticos
de guerra muerte y miseria
cada vez más manchados
de sangre
la misma sangre que manchaba los trajes impolutos de
los salones impecables de Chicago o París, o yo qué sé, digamos que Pequín.
Vivíamos como si fuésemos a vivir por los siglos de
los siglos,
O al menos a ser recordados
Como lo cierto es que cada vez estábamos un poquito
más muertos.
Nos dábamos aires de rockstar,
Al más puro estilo Mike Jagger, farsantes,
o de poeta maldito, como el imbécil de Baudelaire,
niños de mamá, mierdosos,
caminando hacia la tumba con paso seguro, kamikazes,
como los mártires del islam que tumbaron las torres
gemelas.